El estudio evaluó la respuesta fisiológica a la feminización inducida mediante el uso de 17β-estradiol (E2) en juveniles y adultos de Centropomus undecimalis cultivados en ambientes contrastantes: agua dulce y agua de mar. Se realizaron dos experimentos independientes, e n el primero, juveniles con peso promedio de 18,09 ± 0,60 g fueron alimentados durante 45 días con dietas suplementadas con E2 (100 mg·kg⁻¹). En el segundo experimento, se utilizaron adultos con peso promedio de 582,65± 74,80 g, a los cuales se aplicaron implantes de E2 (2 mg·kg⁻¹). Ambos experimentos evaluaron variables fisiológicas (índices gonadosomático -IGS-, hepatosomático -IHS- y de grasa visceral -IGV-) y hormonales (vitelogenina -Vtg- y 11-ketotestosterona -11-KT-), además de parámetros de crecimiento y eficiencia alimentaria.
Juveniles tratados con E2, evidenciaron feminización del 100 % a los 365 días post tratamiento. En tratamientos hormonales se presentó una disminución significativa de 11-KT y un aumento de Vtg desde las primeras semanas post tratamiento, reflejando una redistribución energética hacia la función reproductiva. Los peces mantenidos en agua dulce mostraron mejor conversión alimenticia, mayor eficiencia proteica y mejores tasas de crecimiento en comparación con los del ambiente marino .
En adultos implantados se evidenciaron: regresión testicular, proliferación de ovogonias y estructuras ováricas en desarrollo, confirmando la feminización hormonal (Fig. 1) . Además, los niveles de 11-KT en los peces tratados fueron menores en comparación con los controles, mientras que los niveles de Vtg fueron elevados y sostenidos en el tiempo (Fig. 2). La evaluación fisiológica y endocrina demostró que el uso de E2, combinado con condiciones ambientales, permite la feminización exitosa y facilita la producción de hembras. E ste enfoque ofrece ventajas para el manejo del cultivo, optimizando su crecimiento.