La acuicultura de pequeña escala (APE) en Latinoamérica se rige por normativas que buscan regular y promover esta actividad productiva de manera sostenible, reconociendo su importancia económica y social como alternativa o complemento a la pesca artesanal. Estas normativas establecen condiciones para la operación de centros de cultivo, acceso a áreas, requisitos sanitarios y ambientales, entre otros aspectos.
Actualmente, la única organización regional que busca fortalecer y asegurar la sostenibilidad de la pesca artesanal y la acuicultura, preferentemente en aguas continentales, reconociendo su papel crucial en la seguridad alimentaria y nutricional, especialmente en zonas rurales, así como su contribución a las economías locales , es la Comisión de Pesca en Pequeña Escala, Artesanal y Acuicultura para América Latina y el Caribe (COPPESAALC), que se reúne ordinariamente cada dos años. Por ello, todas las iniciativas tendientes a reforzar el apoyo a los gobiernos en el fomento de las prácticas responsables del desarrollo de la acuicultura a través de personas naturales , como también de micro y pequeñas empresas , realizadas con más fortalezas y mayor frecuencia, deben ser bien acogidas.
Particularmente, en el caso de Chile, el marco normativo a cargo de esta actividad está conformado por: a) Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) ; b) Reglamento de Acuicultura de Pequeña Escala (D ecreto Supremo N° 45 de 2021, del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo ) que regula aspectos específicos de la APE, entre los que se destacan la operación de centros de cultivo, el acceso a áreas y las condiciones tanto sanitarias como ambientales a cumplir ; c) Resoluciones y Manuales que complementan el reglamento, estableciendo -entre otros- detalles sobre buenas prácticas, tipos de contingencias y especies permitidas.
Considerando que Chile es un indiscutible referente en cuanto al desarrollo de la acuicultura a nivel mundial, basándose en la normativa vigente, en este trabajo se realiza un análisis comparado del marco normativo existente en diversos países de América Latina, de tal modo de intentar contribuir preferentemente a la implementación de buenas prácticas y a la mitigación de los impactos ambientales que son aspectos clave para el desarrollo sostenible de la APE.
De esta manera, se ha revisado la situación de los principales países acuicultores en América Latina ( Chile, Ecuador, Brasil, México, Colombia y Guatemala), concluyéndose que , aunque existen iniciativas para promover la APE, se tienen diversos desafíos normativos . Las principales causas para la expansión de la APE se relacionan con la falta de claridad y acceso a recursos hídricos, espacios y permisos , la obtención de permisos y licencias se basa en procesos burocráticos extensos y costosos, dificultad para acceder a créditos y programas de apoyo financiero , escasa capacitación técnica y transferencia de conocimientos para mejorar la productividad y sostenibilidad de la APE.
En resumen, la cooperación entre países de América Latina y el Caribe puede facilitar el intercambio de experiencias y la implementación de mejores prácticas en la APE. Las mejoras de la normativa, el acceso a recursos, el financiamiento y el desarrollo de capacidades son clave para el éxito de la APE en la región.