Las cooperativas han existido en el mundo hace más de 170 años. En Chile hace 127 años y su origen fue iniciativa impulsada por trabajadores de diferentes rubros y con objetivos diversos. Ellas han destacado, frente a otros modelos de empresas, principalmente por la relevancia para el desarrollo social y económico en los países donde han adoptado este formato (Araya, et al., 1977; OIT, 2012). Sus características están asociadas a la horizontalidad, confianza y reciprocidad que promueve iniciativas empresariales solidarias y democráticas fomentando así el compromiso, participación genuina, relación con el ambiente y la sociedad (FAO, 2012). Estos aspectos podrían reforzar y representar un modelo de empresa alternativa para la actividad acuícola de pequeña escala en Chile, la que formalmente ya posee una institucionalidad para ser potencialmente financiada a través del Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca artesanal y de la Acuicultura de pequeña escala (INDESPA).
La información referida para sostener la hipótesis planteada fue obtenida desde referencias científicas y de organismos técnicos nacionales e internacionales. A través de estudios, investigaciones y casos, en otros lugares del mundo, se pretendió obtener una visión general de un modelo cooperativista acuícola para ser aplicado en Chile. En este documento se trabajó bajo tres aspectos que deben ser atendidos y perfeccionados para la generación y formación de una figura institucional que apoye la decisión de fomentar cooperativas acuícolas para pequeños productores en Chile.
Este análisis se enfocó de acuerdo al proceso cronológico de formación, organización y operación de cooperativas acuícolas: 1) Reorientación de elección de rubro cooperativo para empresas acuícolas, para el proceso de inscripción en el departamento de cooperativas; 2) Consideraciones en la empresa cooperativa, para la formación y organización de una cooperativa acuícola y 3) Relación con el entorno, para una efectiva vinculación y compromiso con la sociedad y el medioambiente.
1.- A favor de la generación de cooperativas acuícolas, se recomienda la inscripción en el rubro de trabajo en vez que el pesquero, ya que permite una multifuncionalidad positiva para la actividad.
2.- Se deben aprovechar las ventajas de ser APE, esto es: menores exigencias normativas y posibilidad de producir un gran volumen (en conjunto), con una menor presión socioecológica respecto a los grandes niveles de producción unitarias y aprovechando las economías de escala, ámbito, densidad y secuencia.
3.- Existen variadas motivaciones para desarrollar acuicultura cooperativista, ya que posee ventajas, no solo en una dimensión económica, sino que también ambiental y social.